El maravilloso mundo de la publicidad

Desde hace tiempo, y antes de que el tema pierda actualidad, quiero escribir sobre el mundo de la publicidad, los anunciantes y cómo está encajando su presencia en las redes sociales, en especial en twitter. El primer damnificado ha sido el programa la noria. Que entrevistaran a la madre del Cuco, no le ha hecho ningún favor, cierto es. Sin embargo, tampoco es que les haya perjudicado. No sé si alguien conoce el dicho: "Que hablen de mí, aunque sea mal", pues algo así ha pasado con la Noria. Su presentador, Jordi González ha señalado que los anunciantes volverán, y es cierto. Volverán, pero mientras tanto los afectados por una entrevista de un programa de tanto prestigio, es más me atrevo a decir que es un pilar de Telecinco, serán aquellos contenidos que no tienen tanta presencia en la cadena. Puede ser así,  hasta que pase la tormenta y las aguas vuelvan a su cauce, porque será entonces cuando Pronto, Campofrío, Nestlé o Puleva vuelvan a buscar a sus "amas" de casa-señoras-mujeres a este programa.

 

La otra cara de la moneda,  están los que señalan que La noria tiene los días contados en la cadena de Vasile, y que se conocerá su emisión semana a semana. Y todo ésto estuvo presente en twitter  a modo de hastag Trending Topic, tweets etc....

- Cuidado con los protagonistas de las campañas publicitarias: Benetton, firma de moda, lanzaba días atrás su nueva campaña Unhate, que fue TT, sobretodo en Italia. Las fotografías son arriesgadas, el montaje es bastante bueno, y saltan a la vista tanto que es imposible no reparar en ellas. Sin embargo, algo me dice que no la veremos en las paradas de los autobuses (Una pena, por otro lado). El debate está servido, ¿Hasta qué punto se pueden utilizar-usar estos personajes públicos como reclamo publicitario? En especial, cuando se tratan de figuras que encabezan diferentes ideologías religiosas. Yo no soy pro-ropa Benetton #yoconfieso, pero sí soy pro-cultura #unhate. Así pues, me vale. De todas formas, y aquí viene el punto en común entre ambas cuestiones publicitarias, creo que Luciano Benetton debió pensar: "Que hablen de mí, de nosotros, de mi firma, aunque sea mal".